22 ene 2013

CABELLO DE ÁNGEL


Aunque os parezca que es muy difícil de hacer, la verdad es que no tiene ninguna complicación y el resultado no tiene nada que ver con la que nos venden envasada. Os servirá para múltiples recetas dulces que podemos encontrar en nuestra gastronomía. Agradezco a mi hermana el que me haya facilitado estas cidras, pues lo difícil es poder encontrarlas, ya que actualmente se ha perdido la costumbre de realizar este exquisito dulce en las casas (es más fácil ir y comprar la lata). Error, no saben lo que se pierden.

Ingredientes: 
  • 2 cidras (calabaza confitera)
  • Azúcar (igual peso que la pulpa de la cidra)
  • 1 rama de canela
  • Cascara de limón (de medio limón)

Preparación:

Lavar bien las cidras. Cortar la cidra en trozos (cuidado de no cortaros, pues tiene la cáscara muy dura. Podéis utilizar un martillo para partirla al principio y luego seguís con el cuchillo).
Colocar los trozos de cidra con la piel para abajo en una cazuela y echad algo de agua en el fondo (la justa para que no se queme. Coced hasta que al presionar su carne ceda.

Dejad escurrir los trozos y todavía templada con una cuchara retiráis la pulpa de la cáscara (sale con mucha facilidad) desechando la corteza, las pepitas y las hebras duras.
Pesad la pulpa, la echáis en una cazuela junto con el mismo peso de azúcar, el palo de canela y la cáscara de limón (sin piel blanca para que no amargue). Tenemos a fuego lento removiendo a menudo con una cuchara de madera hasta que adquiera un color dorado.
Retiramos la canela y la corteza de limón y ya está lista para utilizar en nuestros postres.
Si lo preferís podéis envasarla.


2 comentarios:

  1. Una receta que me recuerda mucho a mi abuela ya que le encantaba.
    Un besito desde Las Palmas.

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  2. deliciosa, me encanta y como tu dices, las compradas no son ni la sombra de la casera. un abrazo

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