Cuenta la historia que su origen data del año 776 a.c. en Grecia donde formaba parte del menú que los deportistas ingirieron en los primeros Juegos Olímpicos de la historia.
Es una de las tartas más fáciles de hacer y su sabor y textura os sorprenderá.
Ingredientes:
- 1 tarrina de queso de untar
- 3 huevos
- 3 yogures naturales
- 3 cucharadas soperas colmadas de harina de repostería
- 10-12 cucharadas de azúcar
Preparación:
Precalienta el horno a 200º mientras haces la mezcla de la tarta.
En un bol une todos los ingredientes y bátelos bien para que no haya grumos.
Unta un molde con mantequilla y vierte la mezcla.
Mételo en el horno y baja la temperatura a 170º. Cuece hasta que cuaje (introduce un palillo y si sale limpio ya está).
Déjala que enfríe e introdúcela en el frigorífico.
Decora la tarta con la mermelada o el sirope que más te guste.
Yo he utilizado mermelada de fresa, pero puedes utilizar de frambuesa, frutas del bosque, etc.
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